Maridar vinos y quesos es un arte culinario con siglos de desarrollo. Aún así, lograr la combinación perfecta no es tan difícil como imaginas. Sin ser un experto sommelier puedes lograr degustaciones extraordinarias. La clave está en conocer algunos puntos esenciales sobre los sabores que vas a fusionar.
Para ayudarte a decidir qué alternativas usar, en este artículo te contamos cuáles son los fundamentos que debes considerar para un perfecto maridaje con queso. También aprenderás cuáles son los 3 vinos infaltables para inspirarte a probar tus propias combinaciones.
¿Por qué el maridaje perfecto es con vinos y quesos?
El maridaje en gastronomía se define como el arte de combinar en forma agradable aromas, sabores y texturas de bebidas y alimentos. El objetivo es potenciar sus características para obtener una experiencia culinaria aún más deliciosa.
Maridar vinos y quesos es simplemente perfecto. Por eso esta combinación es la favorita de sommeliers y sibaritas. Y es que el queso potencia el aroma y los toques frutales del vino, llevando a los sentidos a un nuevo nivel.
Al ser el lácteo un producto graso y el vino una bebida grasa, juntos equilibran perfectamente el sabor en el paladar.
Las reglas básicas para maridar vinos y quesos
El secreto del maridaje con queso está en conocer algunas reglas básicas que te ayudarán a crear combinaciones geniales.
No necesitas tener formación específica en gastronomía o enología para explotar el potencial de estos exquisitos ingredientes. A continuación te daremos algunas claves.
La intensidad es la clave
La regla general que debes considerar para maridajes con quesos es que ambos productos deben tener igual intensidad. Como ejemplo, los tintos de más de 14,5º de alcohol saben mejor junto a quesos fuertes, mientras que los vinos de menor gradación (-12º) acompañan perfectamente a los lácteos suaves y delicados. Teniendo esta información presente, podrás hacer pruebas que sorprendan a tus comensales.
Eso sí, debes reparar en que los vinos y quesos complejos constituyen una no explosión no muy recomendable para los sentidos, al combinar sabores y aromas demasiado pesados. Procura evitar este extremo al preparar tu maridaje.
Historia compartida
Aunque no es una regla estricta, es usual que vinos y quesos procedentes históricamente de una misma región conjuguen bien. Ejemplo de esto es la combinación de Cabernet Sauvignon con queso de cabra, ambos originarios del Valle de Loire, en Francia.
Criterios importantes
Otro factor para tener en cuenta a la hora de combinar vinos y quesos es el origen de estos últimos (es decir, si son mixtos, de vaca, cabra u oveja). También es importante conocer cuál fue su proceso de elaboración: si es fresco, añejo o semi añejo. Es importante evaluar la cantidad de grasa, el aroma y la textura que posee. Los quesos maduros deben emparejarse con tintos intensos y de gran sabor.
Las siguientes consideraciones te serán de utilidad a la hora de combinar vinos y quesos:
- Clasifica la textura del queso en blanda, semiblanda, dura o muy dura. Este criterio se dará conforme al cuajado de la leche.
- Es importante conocer el proceso de elaboración del queso. Si se utiliza leche cruda, el producto será más aromático. Por el contrario, si el lácteo fue pasteurizado tendrá menos olor.
- Ten presente que el vino actúa como desengrasante. Por lo tanto, mientras más ácido sea, tendrá potencial de disolver mayores cantidades de grasa (quesos de cabra y oveja)
- Una fórmula infalible: observa el queso. Si luce más blanco y seco, combínalo con vinos frutales y frescos. ¿Se ve oscuro y es duro? Entonces los tintos dulces y con carácter serán la mejor alternativa.
Algunos ejemplos de quesos caprinos son el Manchego, el Roquefort y el Ricotta. Entre los lácteos de vaca encontramos los conocidos Gruyere, Gouda, Provolone, Emmental y Mozzarella.
Imperdibles
Los quesos más fuertes y olorosos, con toques azules, se acompañan con vinos muy dulces y aromáticos. De este modo, el brebaje ayudará a equilibrar el intenso sabor del lácteo, con un resultado cremoso.
Otro maridaje con quesos que no puedes dejar de probar es el de lácteos cremosos como el camembert y vinos espumosos. La grasa natural del queso se funde con la acidez del vino, logrando un sabor en boca que no olvidarás.
Para combinar a la perfección tus quesos te recomendamos usar alguna variedad de vino tinto. Con cepas como el Cabernet Sauvignon o Merlot lograrás resultados más que interesantes.
Los 3 mejores vinos tintos para maridar con quesos
Queremos recomendarte algunas variedades imperdibles de vino tinto, que le sentarán muy bien a tu maridaje con quesos.
El Cabernet Sauvignon y quesos fuertes
El Cabernet Sauvignon es uno de los favoritos de los chilenos. Se obtiene de la uva homónima, que destaca su intenso tono oscuro, su adaptabilidad en los más distintos tipos de suelo y la altísima calidad del producto. Con esta cepa se elabora un vino tinto dulce, aromático, de gran cuerpo y muy frutal, características que lo convierten en un excelente maridaje con queso fuerte.
De hecho, el Cabernet Sauvignon es el complemento perfecto para alimentos más densos y con carácter. Destaca con lácteos como el Cheddar, Gruyere, Camembert, Manchego y Gorgonzola, por nombrar algunos. Aporta la acidez precisa para equilibrar el sabor de dichos quesos, llevando al paladar un sabor limpio y delicioso.
Laluca Merlot y Parmesano
El Laluca Merlot es un tinto juvenil y muy fresco, producido en nuestra viña Laura Hartwig. Es ligero y complejo a la vez. Se produce con uvas de racimos cilíndricos, medianos y de profundo color oscuro. El de piel gruesa, pulpa jugosa y gran sabor.
Este vino tiene una maduración 100 % en acero inoxidable. Es el perfecto complemento para el Parmesano, ya que consigue equilibrar diferentes variedades de quesos. Este es un lácteo originario de Italia, muy popular en todo el mundo. Tiene un sabor bastante intenso que combina muy bien con la personalidad de este vino.
Selección del Viticultor Petit Verdot y quesos maduros
Hecho con frutas balanceadas y muy rústicas, adaptables a todo tipo de suelo. Son muy resistentes frente a la sequía, el frío y la podredumbre. Poseen un color intenso, una piel gruesa y son ricas en tánicos.
En Chile la plantación de esta variedad es escasa. En nuestros viñedos del Cuartel Nogales, contamos con parras viejas de Petit Verdot, plantadas en 1980. La alta calidad del fruto nos permite producir este exquisito tinto, cumpliendo con los más altos estándares en cuanto a calidad y sabor.
Nuestro vino tinto Petit Verdot es de larga guarda y uno de los favoritos de nuestros sommeliers. Se caracteriza por su complejidad, tener cierta acidez y un fuerte aroma a frutos negros. Acompaña muy bien a los quesos maduros, olorosos e intensos debido al bajo contenido en agua que estos poseen.
¡Brindemos con un trozo de queso!
Ahora que conoces los tips esenciales para un buen maridaje con quesos, es hora de que pongas a prueba tu paladar y escojas la combinación que más te guste. Ya sabes cuáles son los 3 vinos que no pueden faltar en tu bodega: el Cabernet Sauvignon, el Merlot y el Petit Verdot. Selecciona tu queso favorito y ¡vive una experiencia incomparable de sabor!
Recuerda que en Viña Laura Hartwig contamos con tours guiados por los viñedos, para que conozcas todos los tesoros y secretos del Valle de Colchagua, de nuestra bodega y del proceso productivo. Finalizamos la visita con una degustación de 4 vinos – en los que se incluye el icónico Laura – y un tablón de exquisitos quesos. ¡Imperdible para cualquier sibarita!